Después de degustar la paella ofrecida por Paco el Colorín nos acercamos a bar-casa Esparraguito y disfrutamos del auténtico café.
No hace tantos años recuerda como en este bar, regentado por su padre, se hacían ferias y se organizaban bailes de gran éxito y recordados por todos los vecinos de la aldea, acompañados de un acordeón bailaban hasta altas horas de la madrugada.